No se lo tomen a risa, no, que es algo muy serio. Como Ud. saben, en casos de separaciones y divorcios, por causas que más de uno de Uds. conocen, se pierde la relación de los hijos con el padre que no tiene la custodia de los hijos, menores no emancipados. Esto me lo confirmaba un antiguo conocido. Le amenazó su esposa, cónyuge o mujer, de que, si se divorciaba, no iba a ver más a sus hijos. Y así fue, como me lo confirmaba hace pocos meses, cuando nos vimos después de varios años sin tener contacto. Por supuesto, desde las asociaciones de padres separados/divorciados conocemos muchos casos.

Bueno, pues esto viene en relación a la decisión que han tomado hace poco nuestros representantes políticos de poner en práctica, parcialmente, una ley, la Ley 20/2011, de 2 de julio, del Registro Civil, en relación al orden de los apellidos al inscribir a los recién nacidos.
Y, como todas las leyes, pueden ser objeto de duda, abogados, pleitos y jueces. La primera duda es que, aunque en el artículo 49 se indica que el orden de los apellidos del primer nacido de la pareja marca el orden del resto de los hijos comunes, ¿ no habrá alguna mujer que diga que como lo anterior fue impuesto, dado que el apellido del padre como primero fue por ley, por qué no puede ser su apellido el primero del nuevo bebé a nacer o ya nacido con esta ley, desde el 30 de junio ?. El tiempo dirá. Porque se podría cuestionar el papel del Encargado del Registro Civil, y, sobre todo, ahora que se privatiza. Es una especulación, pero ahí queda.

El Ministerio de Justicia tiene muy buena información sobre muchos temas legales, y, sobre cambio de orden de apellidos o de nombre. Esto se contempla en su página web, que se deberá actualizar con esta puesta en práctica de esto decidido recientemente, de una ley que ya es vieja de seis años.
Pero, volviendo al título de estas pequeñas reflexiones, con todo este revuelo que se ha armado, ahora, al menos durante un tiempo, se va a hablar de este tema, y nos vamos a enterar de los líos que se pueden ir creando con el nacimiento de niños, en que ahora toca discutir el orden de los apellidos. Además del nombre, por supuesto. Y, a más de una, la va a salir la vena revanchista de la historia sobre el papel y situación en épocas pasadas de la mujer, o de la situación de la mujer en el mundo, y muchas cosas más, y, dónde debiera haber paz y amor, desde el primer momento, va a haber caras largas, problemas entre suegras/abuelas y muchas cosas más.

Personalmente, conocemos a otro padre que no tiene contacto con sus tres hijos, todos universitarios y con idiomas. Una de las hijas, que sepa el padre, ha cambiado el orden de los apellidos, pero puede haber otros muchos padres que desconozcan el orden de los apellidos de los hijos, con los cuales sólo tienen relación para ingresar un dinero en una cuenta de la madre, siendo mayorcitos de edad, y que no saben si estudian o trabajan o se han muerto.
Y, por no alargarles más este tema del cual tendremos pronto noticias de amigos y familiares, por los problemas que va a haber entre padres, ahora imaginen que un padre separado/divorciado quiere hacer testamento, y desconoce todo de sus hijos, ¿ cómo sabe si no han cambiado el orden de los apellidos, uno o todos, y quizá de nombre ?. Y el lío que puede suponer cuando los padres y madres tienen hijos con diferentes parejas. Puede haber un lío de apellidos en cuanto a su orden, pero dejemos que el tiempo nos indique si esto mejora las relaciones humanas o las complica. ¿Qué piensan Uds.?.
Jesús AYALA CARCEDO, de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.