
Bueno, esto sería en una situación normal, o casi. Por supuesto, esto también vale para separaciones, sin más, de dos padres que conviven juntos, sin estar casados, inscritos en un registro de parejas de hecho, o sin estar registrados en ninguno.
Independientemente del posible papeleo, ya saben, juzgado/s, registro de parejas de hecho, u otros trámites, habiendo niños o jóvenes, de esos que legalmente hay que citarlos como menores no emancipados, o ya emancipados, y mayores de edad, dependan o no de ambos padres, en algún momento, digo yo, habrá que decírselo, incluso a otros familiares, amigos, etc.
Pero, no nos salgamos del guión, niños o jóvenes, menores no emancipados. Me ha parecido leer, hace algún tiempo, y creo recordar que en el campo de la psicología, o las ciencias sociales, que lo ideal sería que ambos padres, con las ideas claras, conjuntamente, se lo explicaran a los niños, para darles seguridades y quitarles temores.
En demasiados casos, está situación, uno de los padres, normalmente el padre, empieza a enterarse y comprenderlo cuando, después de una o dos noches en un calabozo, previa denuncia y detención, en un juzgado, normalmente de Violencia sobre la Mujer, empieza a saber que existe el Código Penal, que hay órdenes de protección, y que del juzgado sale a la calle, y que a su casa no puede volver.
En otros casos, se entera, el otro u otra, que su pareja quiere poner fin a la relación, por la carta de un abogado, o por la recepción de una demanda judicial.
Volvamos a lo más racional y menos policial y judicial, se lo dice a la pareja o cónyuge, y no se lo ha dicho aún a los niños. ¿ Qué hacemos ?. ¿ Lo arreglamos primero y luego se lo decimos ?.

En mi modesta opinión, quién tiene que decirselo a los niños es la persona que ha decidido, no romper la familia, o la relación, sino ejercer su derecho, personal, de separación/divorcio. Y lo digo porque, aunque en otros casos sea una decisión compartida por ambos, cuando es uno solo de los dos el que quiere salir de la relación o matrimonio, es el que debería informar de su decisión a los hijos comunes. Qué lo haga en presencia del otro padre, estupendo, pero que quede claro quién desea ejercer ese derecho y esa decisión legal. Y explicarlo como tal.
Se recuerda que, con menores no emancipados, lo tiene que decretar un juez, cuando existe el vínculo matrimonial, y el que lo solicita o pide tiene que acudir al juzgado, pero la otra parte, no necesariamente, tiene que acudir al juzgado, otra cosa es que ello pueda perjudicar sus personales y respetables intereses.

Y una cosa es que el que no desea la separación/divorcio acceda a las posibles consecuencias que se pudieran negociar, aceptar, o imponer, pero debiera quedar claro que nunca se debiera imponer, ni por el padre que lo desea, una separación/divorcio de mutuo acuerdo, ni por abogado alguno, sino, en el mejor de los casos, presentarlo, siempre, como separación/divorcio pedido por uno con el consentimiento del otro.
Separarse/divorciarse es un derecho, pero que quede claro, antes los hijos, familiares, amigos, y la sociedad, y en las sentencias, quién lo pide. Imponer un mutuo acuerdo cuando debiera ser una separación/divorcio pedido por uno con el consentimiento del otro, se asemeja a una violación del derecho y de la verdad.
Esto es hipotético, en muchos casos, pero ahí queda.
Pero se insiste, una vez más, que en España no se decretan separaciones/divorcios en que el juez de turno lo decrete por malos tratos, sino como ejercicio legal de su derecho a estar o no estar dónde no se quiere y con quién no se quiere.

Ahora van y se lo cascan, a los hijos.
Jesús AYALA CARCEDO, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.A.-BURGOS.