Cuando en el mundo occidental la denuncia es considerada un juicio justo y una condena, y me refiero a denuncias de mujeres contra hombres, que, desde Australia, pasando por Estados Unidos, y terminando en Europa, arruinan la vida de cualquier hombre, no puedo sino llevarme las manos a la cabeza. En efecto, una denuncia hace a un hombre un apestado que pierde trabajo y negocios.

En la larga lucha de la Humanidad por la defensa de los derechos humanos, en que en tiempo de mis abuelos había aún esclavitud en España o sus colonias, hoy volvemos a la ley de la selva, en que el derecho a un juicio público, con todas las garantías, empieza a ser un privilegio, y lo digo porque, si en España nadie se separa o divorcia y el juez de turno no lo justifica por maltrato, ¿ dónde está el problema para que una situación social que se pueda dirimir en esos juzgados no sea en presencia de los que somos responsables de las decisiones, nosotros, los ciudadanos ?.
Y, lo que es peor, muchos juicios de familia se hacen en la trastienda de los juzgados. S. Sª llama a los abogados, y los abogados salen con propuestas a hablar con los padres, que las aceptarán o no.

Un caso ocupa últimamente mi pensamiento: tres jóvenes siguen en prisión desde el mes de diciembre, después de haber sido detenidos por la policía.
Creo que, en ningún momento, me he declarado a favor de la denunciante y su familia, ni a favor de los tres jóvenes denunciados, investigados, imputados, o lo que sean. No es mi misión ni juzgar, ni tomar partido, pero sí mostrarles a Uds., lo que va siendo un estado policial, el suyo y el mío.
Hace poco implicaban a administradores de fincas en la lucha contra lo que llaman violencia de género. Ahora quieren implicar a las farmacias, cuando, notoriamente, ninguna mujer necesita justificar dejar al hombre con el que libremente se emparejó. Y esto viene a cuento porque hace unos días, hablando sobre una cierta situación familiar, una mujer justificaba un posible divorcio con presuntos maltratos. Es hora de que despierte este país aborregado con tanta información desinformada: eso no lo dicen los jueces.

Y Uds. dirán, ¿ por qué se han hecho, desde las modestas páginas de este blog o página web, tantas reflexiones sobre la situación de tres jóvenes que soñaban con vivir del fútbol y cuya carrera se ha truncado ?. Muy sencillo, porque la palabra de una mujer es la condena y la destrucción de cualquier hombre. Y yo me pregunto, ¿para qué la Declaración de los Derechos Humanos, la Constitución Española y tanto bla, bla, bla…..?.
Pero no se preocupen, si Ud. es hombre, o, siendo mujer, tiene hermanos, hijos, nietos, primos, amigos, compañeros de trabajo, etc., les puede pasar como lo que sucede en el cuento o chiste del Trigüevi, que no les he contado aún.
Voy a ello. En el lejano Oeste, ése de indios y vaqueros, vacas y caballos, llega a una pequeña población un forastero. Va hasta la taberna del pueblo. Eso que creo llaman saloon, se pide su clásico güisqui, y se va a su mesa del rincón.
De repente, desde la puerta, un parroquiano grita: Qué viene el Trigüevi, y todos salen corriendo.
El que había avisado de la llegada del Trigüevi se da cuenta de que el forastero no se ha movido de su sitio y le dice: Ud. está en peligro. A lo que comenta el forastero: Y eso por qué.
Muy sencillo, mire, el Trigüevi es un hombre que vive en las montañas, pesa unos ciento veinte kilos, todo músculo, y cuando ve a un hombre que tiene tres testículos se los corta.
El forastero, todo aliviado, le dice: no hay problema, yo sólo tengo dos.
El que avisaba de la llegada del Trigüevi le dice: el problema es que este hombre primero corta los testículos y luego les cuenta.
No sé si habré ofendido a alguien, o quizá la historia no les haya gustado. En tal caso, disculpas.
Por si Uds. no han captado o cogido la broma: Hombre, ciudadano, padre…….si te denuncia tu pareja (sexo y género mujer), y quizá se amplíe el concepto…….te detienen, te pueden expulsar de tu vivienda, privarte de tus hijos, de tu honra, hundir tu negocio, perder el curro……quizá condena de cárcel, multa, trabajo a la comunidad, pagar minutas de abogado……
Y Ud., querido lector, dirá: pero si yo no he hecho nada. Pues cuando eso le ocurra, quizá se acuerde de la historia del Trigüevi, pero ya será tarde.
Perdonen si he molestado.
Jesús AYALA CARCEDO, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS. 1-2-2.018
P. D.- Me alegro por esos tres muchachos, que, al menos, su antiguo club de futbol ha reconocido que les expulsó de su trabajo privándoles de su derecho a la presunción de inocencia, pese a lo cual siguen en prisión. Sólo lo pidieron dos, pero estimo vale por los tres.

Y si algún padre espera que legislen a favor de la CUSTODIA COMPARTIDA, que lea esto:
Estoy entusiasmado de encontrar blogs donde hallar informacion tan necesaria como esta. Gracias por aportar este post.
Saludos
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