Seguro que sí, seguro que algo habrán leído, visto o comentado de la boda del año: un nieto de la reina más longeva del Reino Unido se acaba de casar con una guapa norteamericana, cuya mamá es negra.
Vamos, la realeza europea ya no es lo que era. El próximo espectáculo que nos puedan ofrecer es que alguna princesa se declare lesbiana y nos dé una boda por todo lo alto, como acontecimiento mundial, como éste.
Pues bien, aunque ya lo sabrán, allá, por el año 2.005, cambiaron las leyes del matrimonio, aquí, en nuestro país, y, aunque originariamente su finalidad radicaba en permitir matrimonios entre personas que pudieran ser lesbianas, homosexuales, etc., la verdad es que, para ser más exactos, se permitió entre personas del mismo sexo.
Porque si Uds. asisten al acto de matrimoniarse en un juzgado, la obligación del celebrante, si queremos llamarlo así, lee tres articulillos del Código Civil, copia del cual no te dan, ni te pregunta si estabas atento, y, que yo sepa, no imponen ni tener sexo, ni tener derecho a sexo.
Y claro, eso de marido y mujer, pues es problemático, cuando son hombre y hombre, o mujer y mujer los contrayentes.
Por eso, aunque seguro que han oído que ya son marido y mujer, pues no, son sólo cónyuges.
Empecemos a exigir que los medios de comunicación se atengan a lo que es la ley aquí.
Esos dos tortolitos, en España, sólo serían cónyuges.
Son los nuevos tiempos, y hay que adaptarse a la ley. Eso de marido y mujer eran antes.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.
EVITAR, SI ES POSIBLE, DENUNCIAS Y PLEITOS. 