Todavía recuerdo cosas de cuando era pequeño, hace ya muchos años. Y una de ellas era la definición de la fe, que, más o menos, era así:
“Fe es creer lo que no viste.”
En estos días convulsos, en que todo es Vox, y sus pretensiones o ideas, procede hablar de la fe de muchos que hablan de estadísticas, leyes y teorías, en que los derechos de la mitad de la población quedan supeditados a ideologías, negocietes y cortinas de humo para ocultar los principales problemas que afectan no sólo a las mujeres, sino a toda la población. Problemas sociales, paro, desempleo, subidas de impuestos, sanidad que ya no es lo que era, problemas de vivienda, etc., etc.
Y parece que alguien de la antigua Alemania Nazi decía que una mentira repetida un montón de veces se convierte en verdad. Ojo, aquí no hablamos de lo que no sabemos, sino que una afirmación de una mujer dicha varias veces, en distintos sitios, DEBE ser condena de un hombre, ciudadano y padre. ¿Verdad o mentira?. Ahí no debemos entrar.
Bueno, eso es lo que hay, aquí y ahora. Sin embargo, hay gente que, si quieren tener fe, deben escribirla, uno a uno, papel a papel, documento a documento, en un país en que la justicia debe ser pública. En el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Burgos, hace pocos días, veía una información donde se indicaban las horas de audiencia pública, con un límite mínimo de cuatro horas.
Pues bien, todos los que puedan intervenir en un proceso penal, desde detenciones en una vivienda, un bar o en el puesto de trabajo, en sede policial, juzgados, fiscalías y abogados, etc., y hasta una posible sentencia, o decisión judicial, deben asumir en el procedimiento penal, pasito a pasito, etapa a etapa, es porque, yo: policía, juez, fiscal, abogado……creo que Don Fulanito de Tal, tal día, a tal hora, en tal sitio, a Doña Pepita de Tal, la dijo, tal y tal, la hizo tales cosas, que provocaron esto y aquello. Y, por supuesto, con fe, mucha fe, porque ninguno ha sido testigo directo, y si sólo hay la palabra de alguien……
Policía: Yo lo creo, y detallo los hechos. No vale detener por violencia de género, o doméstica: tal día, a tal hora, en tal sitio……………………..
Abogado acusador, perdón, defensor del de la denunciante…Yo también lo creo. Y lo mismo.
Juez de turno: Yo lo creo. Y lo mismo.
Fiscal de turno: Yo lo creo. Y lo mismo.
Sentencia: confirmamos: tal día, a tal hora, etc., absolvemos, condenamos, archivamos….
Y no, no hablamos de que lo que pueda manifestar, afirmar, o firmar una denunciante sea cierto o no, sino que lo que afirma y firma es cierto, para todos los que intervienen en el proceso penal, y detallan hechos, presuntos hechos, ciertos o no, con fe, mucha fe..
Si Uds. comprenden esto, verán que sería un paso importante, y, para empezar, los que puedan detener, por escrito, deben asumir lo que dice la denunciante, y lo dice la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal, en su artículo 520.2:
“Toda persona detenida o presa será informada por escrito, en un lenguaje sencillo y accesible, en una lengua que comprenda y de forma inmediata, de los hechos que se le atribuyan…………………………………….”
Obviamente, el que debe escribir los hechos que se le atribuyan a un detenido es un miembro, o varios, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque las personas que puedan denunciar no son las que detienen, y en documento distinto a la denuncia. Y no porque una mujer denuncie se debiera detener, sino porque razonablemente estiman que es cierto lo que dice, fría y racionalmente. Se insiste, no detienen las denunciantes, sino… ya saben Uds.
Por tanto, no es admisible lo que se contempla en la:
Guía de buenas prácticas para la toma de declaración de víctimas de violencia de género
“6.- No se les debe cuestionar la veracidad de lo que cuentan.
La Administración de Justicia no puede recibir a la víctimas cuestionando, aplicando criterios apriorísticos o prejuicio de género, que sea verdad lo que está denunciando porque ello quedará a la valoración de la prueba por el juez de enjuiciamiento tras el juicio correspondiente, pero el primer contacto con el sistema no puede conllevar un rechazo de los encargados de recibir a las víctimas cuestionando que sea cierto lo que está contando. Esto es “maltrato institucional”.
En una información precedente, ya reflejamos lo que indican diversas leyes, que la mujer va de víctima, y el hombre de agresor, y así un hombre, ciudadano y padre, se siente como un judío en tiempo del nazismo, ante los sistemas penales en España.
Y a ver cómo alguien intenta denunciar años de situaciones no deseadas, cuando nadie hemos impuesto nada a la presunta denunciante. ¿Son tontas?.
QUÉ PASE EL AGRESOR, DIJO LA JUEZA
Reflexionamos, apelamos a la responsabilidad de todos los abogados, de la denunciante y del denunciado, y rechazamos que se hable de víctimas y agresores, hasta que no haya sentencia firme, que el denunciado tenga por escrito que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad asumen por escrito los hechos por los que se detiene a un ciudadano, hombre y padre: Don Fulano de Tal, tal día, a tal hora, en tal sitio, etc., etc., y el que haya una denuncia NUNCA DEBIERA SER LA CAUSA DE LA DETENCIÓN, porque denuncia una mujer, sino por algo más.
Y el que quiera abrir juicio, que también lo asuma. Y todos los demás. Porque alguna responsabilidad personal tendrán todos, por si se les quiere reclamar.
Hay que pasar del YO LA CREO, al YO ASUMO LO QUE DICE.
Todas eligen, si quieren, vínculo y pareja, y no se las imponen condiciones que no asuman. Nadie elige al juez, al fiscal, al abogado de oficio, en principio.
Mientras todas tengan esa maravillosa libertad que contemplan las leyes, el que quiera dar fe a sus palabras, que las asuma, por escrito, del primero al último. Que asuman hechos. Una denuncia, sin pruebas, es el ejercicio constitucional de la libertad de expresión. NO, necesariamente, una verdad.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.
Un comentario en “FE ESCRITA. YO ASUMO LO DENUNCIADO”