Cuando estoy escribiendo esto, tengo al lado el primer número de la publicación LA VOZ DEL PATIO, el periódico y programa formativo del Centro Penitenciario de Burgos.
Y esto me trae a la memoria recuerdos de cuando iba a ese centro penitenciario. A visitar a algún padre condenado por temas de familia. Como trasfondo, en algún caso, muy importantes temas patrimoniales, que al final han supuesto un elevado costo en gastos de abogados. En algún otro, de un padre que dentro de la cárcel hacía trabajos para ganar dinero para que sus hijos pudieran comer.
En casa tengo un escudo del Real Madrid, regalo de otro preso, por esos problemillas entre hombres y mujeres.
Me impactaron dos hechos ocurridos un mismo día. Estaba en el aparcamiento exterior de la cárcel. En esto sale un hombre joven, y me abraza. Me dijo, eres el primer civil que veo después de estar varios años sin salir de ahí. Algún problema con alguna mujer.
También llegó un coche viejo en el que iban dos mujeres de la antigua América hispana, de raza negra. Una joven, al volante, y la otra de mediana edad. Me preguntaron por un conocido centro de alterne. Me dije, y para esto vienen a España.
Pero, me centro en el título de estas reflexiones. Papá está en la cárcel.
No corresponde indicar, por si acaso: condena absoluta a cualquier tipo de agresión, maltrato, etc., real, presunto o lo que sea. No, no procede poner siempre esta coletilla.
Los papás de esos niños, si nacieron en España, no impusimos a las mamás relación o convivencia impuesta. Y todos pensamos que no ha habido nacimiento que no fuera sin consentimiento expreso de la mujer y madre.
Todavía recuerdo que un padre nos comentaba, que le decía la hija, ante la información de que la mamá pedía cárcel para él. Mamá dice que no quiere que vayas a la cárcel. Entonces, ¿a que juega con las denuncias?.
Porque pudiera ser incompatible pedir cárcel y exigir que pague hipoteca y pensión de alimentos para la descendencia.
Y sí, esto es jugar con fuego. ¿Realmente quieren las mujeres que el papá vaya a la cárcel y siga pagando la hipoteca y gastos de los niños?.
Insistimos, más conocer el derecho civil, en lugar de que se exijan castigos, cuando a ninguna mujer la imponemos nada que no quiera, con el hombre, que, oh milagro, libremente ha elegido ella.
Uds. mismos.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.