En otros tiempos, hace años…..,como novedad, se hablaba del amor libre. Era una época que, seguramente, muchas de las mujeres jóvenes que salen gritando consignas de tinte, o matiz feminista, no vivieron.
Eran tiempos en que había que presentar el libro de familia, para que un hombre y una mujer pudieran acceder a una habitación de hotel.
Recuerdo que mi padre decía: FORMAR UNA FAMILIA. De las de antes: hombre, mujer e hijos comunes. Y matrimonio bendecido por los curas. Había casos de personas viudas, con hijos.
Cuando se hablaba de eso de amor libre, conllevaba sexo a raudales y sin ataduras.
Entre hombre y mujer siempre ha existido una atracción, que en canciones, películas, poesía y mil fórmulas sociales, se trataba, como romanticismo, pasión….En definitiva, algo incontrolable, en muchos casos, que podía durar toda la vida, o mucho menos.
Cuando aquí nos atrevemos a hablar de MATRIMONIO LIBRE, es porque eso es lo que tienen todas esas jóvenes que chillan, cantan y se manifiestan.
Y no, el matrimonio, no es una condena de por vida, al menos en España, sino una unión libre, en que, desde el año 1.981, tenemos una ley que permite, a todos y todas, mujeres y hombres, a dejar de convivir, si ése fuera el caso, en cualquier momento. Han leído bien. Cualquier persona casada, de cualquier sexo y condición, que se permite desde el año 2.005, esta noche no tienen que volver a casa. Así de fácil.
Si nos permitimos hablar de matrimonio libre, y comentamos eso del amor libre, es porque el feminismo debiera reconocer la libertad que tenemos en España, en temas matrimoniales, y de pareja. Y, el que quiera proponer normas para el día día, en el matrimonio, que las ponga en el Código Civil.
¿Ponemos normas y las damos por escrito, o dejamos eso de que, en cualquier momento, él o ella, pueden dejar de convivir, y eso es legal?.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS-A.P.F.S.-BURGOS.