Seguramente, durante años, una vez que hayamos superado este difícil periodo del coronavirus y sus consecuencias, nos acordaremos por los problemas que van surgiendo.
A todos los compañeros, no jubilados, les venimos deseando trabajo y salud. Y que todos nuestros familiares y amigos sigamos con vida.
A los que, por desgracia, hayan perdido a algún familiar o ser querido, o el trabajo o negocio, nuestro profundo sentimiento.
Pues bien, estos días más veraniegos, que primaverales, nos anuncian las próximas vacaciones de nuestros hijos, los pequeños, que necesitarán que un mayor les eche un ojo para cuidarlos.
Ni que decir tiene que muchos padres, separados/divorciados, van a seguir arrastrando las consecuencias de la falta de comunicación con el otro padre o madre, que puede dejar procesos judiciales pendientes, para compensación de días de visitas no cumplidos, o pérdida de ingresos económicos, que pudieran suponer nueva conflictividad, para ajustar pensiones de alimentos.
Y otro frente conflictivo se puede divisar en el horizonte: conciliar los legítimos y respetables intereses empresariales, de arranque de muchas industrias y negocios, con la conciliación de la vida familiar, en que los que no puedan contar con la ayuda de familiares o abuelos, van a tener dificultad para que los niños estén debidamente atendidos, ante el fin del curso escolar, que hasta hora lo han seguido en los hogares. Papá trabaja, y mamá también, y el cole cerrado. O mamá quiere irse de vacaciones, y al papá le han cambiado los planes en la empresa. Y no hay nadie en casa para ocuparse de los niños, en el periodo que se había pactado.
Desconocemos como estará el poder trasladar a nuestros hijos a otras provincias y comunidades, por no decir países, por el tema de la enfermedad, para dejarlos, por ejemplo, con los abuelos. Obviamente, cada caso tendrá una problemática diferente. Con estas líneas sólo queremos hacerles ver el problema, que más de uno lo tiene ya. Nuestro deseo es que entre padres haya contacto fluido, ceder todos algo, y no poner pegas para que los niños puedan estar con otros familiares.
Trabajo, niños y divorcio, son tres frentes que pueden ser difíciles de encarar al mismo tiempo. Pongan todos algo o mucho de su parte. Puede ser difícil, pero hagan un esfuerzo. Entre todos, hagamos que los niños recuerden unas vacaciones felices de este 2.020.
Equipo ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.