Quizá, con este título, Uds. esperarían algo para las páginas de la prensa rosa, del escándalo, y de cómo está la vida entre la gente de alta alcurnia, vamos, de lo más alto de lo alto de nuestro país, España. Creo que, en la Rusia de los zares, al zar le consideraban el padre del pueblo, en sentido figurado. Esto va de que, tanto los padres, como las madres, no ejercemos de padres o madres las veinticuatro horas del día, siete días a la semana, todos los días del mes, del año, y así hasta su mayoría de edad, incluso más. Al menos en el sentido que no estamos todo el tiempo con ellos, por multitud de razones, que seguramente saben y comprenden.
Cuando nos bombardean de que los problemas de las mujeres son el mayor problema de la Humanidad, obviando paro, carestía de la vida, pandemias, crisis económicas, etc. a mí me emociona hablar de los niños. Ésos que necesitan un hombre y una mujer para existir, aunque el hombre no esté presente en esos laboratorios
de los que salen las mujeres encintas, embarazadas, embarazadísimas, muy a menudo de más de uno.
Y es de esos niños, que necesitaron de un hombre y de una mujer de los que les quiero hablar yo, a Uds., con su permiso.
Y, aunque obviamente, la mujer lleva el peso del embarazo, nacimiento, etc., porque parece que la naturaleza así lo exige, esos niños, nuestros hijos, tienen derechos propios. Y aquí no va el ternero con la vaca. No son uno, son dos, y cada uno con sus derechos, bajo el brazo. Madre e hijo, dos derechos distintos.
Y el derecho de esos nuestros niños es el derecho a que ambos padres se ocupen de los mismos, y que ambos tengan algo que decir, salvo que una decisión judicial imponga otra cosa.
No sé quién dijo: lo menos malo no es necesariamente bueno. Todavía recuerdo que un antiguo jefe mío decía que un buen negocio es bueno si es bueno para todos. Se suele decir; vísteme despacio, que tengo prisa. Y otro que las prisas son malas consejeras.
Y es por ahí por dónde quiero entrar yo: EL INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR. Corramos en interés de menor, y olvidemos que tiene padre y madre. Eso pasa demasiado a menudo. Y no es bueno para todos.
Y cuando hablaba de los hijos del Rey, de turno, podría, o debería hablarse, los hijos del estado, el nuestro, el ESTADO ESPAÑOL.
Y como el padre, o la madre, no podemos estar las veinticuatro horas del día con nuestros hijos, es el estado el que debe reemplazarnos, y garantizar al niño, a nuestro hijo, de que esté tutelado por el padre y la madre. Vamos, que normalmente no son huerfanitos.
Y es, en el interés de los niños, por lo que se deben guardar las formas, que son las garantías, derechos personales de los niños.
Y en esta sociedad nuestra el padre, la figura del padre, el padre real, bendecido e inscrito en los registros civiles, es ninguneado en las administraciones, por las prisas, por el interés superior del menor, y por la ausencia de juez que le tutele. Y, entonces, se confunden los legítimos derechos de la madre, con los del hijo.
No vamos a dejar de citar que la vida, fruto de relaciones libremente consentidas entre hombre y mujer, queda al libre arbitrio de la mujer, que tiene el poder legar de impedirla, de abortarla, sin que el hombre pintemos algo. Primer poder que dan a las madres.
Casas de acogida, la madre se sobra y basta para ocultar a los niños, no sólo al padre, sino a la Administración de Justicia. Segundo poder que se da a las madres, por el morro.
Traslado de menores no emancipados a otras ciudades o autonomías, cuando hay conflicto entre padres, legalizado o latente. Les empadronan. Otro poder a las madres, sobre los hijos de padre y madre.
Les matriculan en colegios, sin que el padre pinte nada. Otro poder a las madres.
Desconozco si en algún juzgado de España, en tiempo y en forma ven estos casos con la urgencia debida……al niño.
La madre no entrega a los niños, en teoría derecho protegido y garantizado por una decisión judicial. No es delito, y si desobedecen repetidamente a un juez, a algunas las indultan. Pobrecitas, se las da el poder de decidir lo que es mejor para los hijos.
Cuando no es un juez quien aplica el criterio de INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR, miedo da. Al menos, en teoría, podría dar oportunidad de oír a ambos padres, incluso a los hijos.
Y cuando un juez toma una decisión a falta de acuerdo entre padres, ¿no era el interés superior del menor que el ESTADO ESPAÑOL nos sentara, PREVIAMENTE, a los padres, alrededor de una mesa, con una botellita de agua o un té, y, con los problemas a estudiar, y se nos ayude a reflexionar?.
Cuando ahora quieren eliminar un concepto, bien o mal aplicado, SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL, que se podría dejar sin calificarlo de síndrome, convendría reflexionar el uso, y abuso, del INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR.
Quién lo pide, quién lo aplica, por qué se aplica, cuándo se aplica, dónde se aplica y para qué se aplica.
Por cierto, cuando muchos padres dicen, afirman, creen que pueden/deben defender a sus hijos, sus respectivos abogados y procuradores ni defienden ni representan a sus hijos, por tanto, es el Estado Español quién les representa, y en teoría les defiende, o les debiera defender. Y, es más, pudiera ser peor, porque también se defienden sus propios intereses personales, y se pierde la perspectiva de los derechos personales del niño.
Y vamos a empezar a considerar que los pleitos que se montan pudieran ser un maltrato para los hijos, sobre todo cuando se hace con la justicia gratuita que facilita el Estado Español. Además de los que se hagan con otro tipo de abogados.
Cuando hablaba de los hijos del Rey, en realidad lo que se debe decir es que el Estado Español debe ser el buen padre que debe velar por nuestros hijos, y procurar que al padre que libremente ayudó, colaboró en su concepción, no se le ningunee, maltrate, y se le obvie. Hay un caso digno de estudio. Las danzas y andanzas de la famosa Dª Juana Rivas. Por el morro ha aplicado el interés superior del menor, en lo que ha querido, y ahora tiene las consecuencias. Pero, lo que es peor, dos niños no han estado ocultos de las instituciones, es de suponer. Un presunto empadronamiento, una presunta escolarización, presunta atención en el sistema sanitario público, presuntas posibles ayudas económicas públicas, presuntos posibles tratamientos de servicios sociales a esos niños……
Es de temer que varias administraciones públicas han hecho posible este desvarío en que, por atender a la madre, en sus posibles y legales derechos, han descuidado los derechos, personales, de los niños.
Y todo eso ha llevado a un drama familiar importante, a unos gastos tremendos a un padre, a unos traumas a dos niños y un chantaje al estado de derecho, al estado de derecho de dos países: Italia y España. Ha querido jugar con dos barajas.
Dª Juana Rivas, esos niños eran del Rey, del Estado Español, del Estado Italiano y ahora pende sobre Ud. la sombra de la cárcel.
No sólo Ud., Dª Juana Rivas, lo hizo mal, sino otros muchos, que debieran haber pensado más de una vez si esos niños tenían derechos distintos a los de la madre, a sus lloros y sus teorías.
La dieron un poder de hecho a esta mujer, a esta madre, que lo fue libremente, y han creado a drama a todos.
Gracias a todos Uds. Un saludo.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.