JUZGANDO A LOS JUECES

(SEGUIREMOS CONSINTIENDO VISTAS JUDICIALES SIN MINISTERIO FISCAL?

Creemos que pudiera ser de su interés un artículo de la prestigiosa publicación jurídica CONFILEGAL, de un abogado que se ha quejado de que un juicio con jurado no haya sido grabado.

Más de uno de nosotros nos hemos sentido intimidados cuando, como padres DE MENORES NO EMANCIPADOS, hemos comparecido en un procedimiento de familia. ¿Hemos podido decir lo que estimábamos oportuno?.

Dejamos la palabra al abogado D. Luis Romero Santos.

20 razones por las que algunos jueces faltan el respeto a los abogados“En los tribunales no pretendas ser más que el juez pero no consientas ser menos”: Ángel Ossorio y Gallardo, Abogado. Son solo algunos los jueces que incurren en faltas de respeto y consideración a los abogados, pero son más de los que deberían ser. . La mayoría de ellos respetan a los abogados pero cuando nos encontramos con algún togado que tiene un modo inadecuado de dirigirse …confilegal.com

20 razones por las que algunos jueces faltan el respeto a los abogados

De todo ello, nos permitimos resaltar, cómo hay pocas protestas, sobre todo de la representación de los abogados, cuando se les permite a los jueces iniciar juicios sin la presencia del Ministerio Fiscal, cuando hay niños, los nuestros, los suyos, queridos lectores.

¿Nos tratan, Sus Señorías, como ciudadanos o como siervos?.

Uds. dirán:

7.- MIEDO A LAS REPRESALIAS

El abogado que es víctima de la falta de respeto propiciada por un juez se contiene, piensa en su cliente, en la defensa que está ejerciendo. Entonces, aguanta un golpe, pone una mejilla y después la otra, pero si prosigue el togado con el acoso y derribo, intenta hablar y le interrumpe quien ostenta la autoridad: a veces se siente confuso, perplejo, sorprendido; otras veces, asume el golpe porque ya lo esperaba; y en pocas ocasiones, el abogado vituperado hace algo más que emitir una protesta.

Es comprensible, sobre todo si no se ejerce en una ciudad grande en la que no sea muy probable que se coincida con el mismo juez en breve. Pero incluso en capitales importantes, cuando el abogado actúa en una jurisdicción coincidente con su especialidad principal, es muy probable que vayan a encontrarse de nuevo el alto funcionario y el letrado.

A mi algunas veces me han preguntado cómo me atrevo a hablar claramente a los jueces cuando me faltan el respeto, me interrumpen sin razón o son maleducados conmigo.

¿Es que no pienso en que podrían perjudicarme con su resolución? Yo les contesto que creo en la justicia y el derecho, y confío en el poder judicial aún en el caso que esté representado por jueces o juezas que no merecerían ejercer.

Lo contrario sería concluir que el juez al que el abogado le habla e implora abiertamente porque está infringiendo su obligación de ser considerado con el abogado y su defendido, va a cometer un delito de prevaricación judicial.

8.- AUSENCIA DE DENUNCIA DEL ABOGADO

El abogado debe hacer constar su protesta y el motivo de la misma cuando exista falta de consideración y respeto hacia él o su defendido, pues se infringe lo dispuesto en la LOPJ, la Lecrim y el Estatuto General de la Abogacía Española.

La gran mayoría de los abogados que sufren la falta de decoro de los juzgadores, no presentan quejas ante el juzgado decano, el presidente de la audiencia provincial o en otros tribunales como la audiencia nacional o los tribunales superiores de justicia.

Tampoco, siendo compatible, imponen quejas ante el promotor de la acción disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial. Últimamente, sí es más frecuente que los agraviados presenten denuncia en sus propios colegios de abogados o incluso en el Consejo General de la Abogacía Española.

Precisamente, la mayoría de mis compañeros no actúan como deberían por el miedo a las represalias referidas anteriormente. Es más, no confían en que sus quejas prosperen y piensan ¡Me he arriesgado presentándole una queja al juez, me la han desestimado y ahora estoy sólo ante el peligro!

Una vez me preguntó el responsable de una institución en la que impartí clases por qué no le había dicho que había presentado una queja en el juzgado decano contra una jueza que también era profesora en el centro e iba a colaborar conmigo. Pensé ¡Yo no he presentado ninguna denuncia contra esa jueza!

Pero ante la insistencia de mi interlocutor, seguí ejercitando mi memoria y caí en la cuenta que unos diez años antes una cliente mía ante la lentitud del proceso, había presentado una queja ante el juzgado decano.

La magistrada no se había olvidado y le daba igual que la firmante de dicha reclamación fuese mi cliente. Pensaría ¡A mi no me la da usted!

9.- IMPLICACIÓN INSUFICIENTE DE NUESTROS REPRESENTANTES

La mayoría de los decanos y juntas de gobierno de los colegios de abogados desean estar a las buenas con los jueces y el resto de los funcionarios de la administración de justicia.

Esas buenas relaciones no son inconciliables con la contundencia en la denuncia respecto a las malas prácticas de algunos jueces y tribunales y, por lo tanto, con la exigencia de un trato correcto a todos los abogados en ejercicio.

Los decanos deben estar al lado de sus compañeros y no pueden apoyar al juez, al fiscal, al secretario, a los funcionarios, cuando la queja del letrado es fundada. Hay muchos abogados que se quedan solos cuando claman respeto.

Hay excepciones dignas de mención como la de Francisco Javier Lara, decano emérito del Colegio de Abogados de Málaga, quien dijo: “Yo soy decano para defender la dignidad de la abogacía y no para llevarme bien con Antonio Alcalá” (presidente de la Audiencia Provincial de Málaga entonces).

También se han pronunciado reiteradamente a favor de los colegiados víctimas de trato desconsiderado, Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española; Nielson Sánchez-Stewart, decano emérito de Málaga y consejero del CGAE; José María Alonso, Decano del Colegio de la Abogacía de Madrid; Juan Gonzalo Ospina, diputado del ICAM y candidato a Decano; Alberto Cabello, presidente de AJA Madrid-Agrupación de Jóvenes Abogados; José Muelas, decano emérito de Cartagena y el compañero Manuel Álvarez de Mon Soto.

Igualmente, Belén García, secretaria general del Sindicato de Abogados Venia. Que me disculpen otros muchos decanos, diputados y consejeros que no cito y que sé que se desviven reclamando respeto a nuestra profesión.

Equipo ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.

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