Viniendo de viaje, Manolo me dice de poner unas palabras sobre un hecho terrible que ha sucedido en Cataluña. Un hombre joven, de Argelia, ha entrado en una comisaría de Cataluña, con un cuchillo, gritando “Alá es grande” y encontró la muerte. Y, dentro de la información que se ha dado, nos enteramos que estaba casado con una mujer española, que estaban en trámites de separación/divorcio, que era gay, según asegura la misma, y que esa circunstancia, que pudiera llegar a ser conocida por gente de su país, pudiera estar detrás de esa acción salvaje de querer matar, y suicida de atacar a policías armados.
Pues bien, ese presunto dato personal, nunca sería causa legal de divorcio alguno, en este país. Es más, en su matrimonio civil español no les impusimos ni derechos sexuales, ni deberes sexuales a esa pareja de hombre y mujer. Por lo tanto, nunca debería haber sido mencionado por esa mujer, y que los demás lo pudiéramos relacionar con ese divorcio o separación, y su posible causa. Y nunca ese hombre debió tener miedo que esa circunstancia personal, si era el caso, saliera a la luz pública por boca de esa mujer, e incluso por información facilitada por medios policiales, supongo, a la opinión pública. Lo que algunos llaman salir del armario por gente que se manifieste gay o lesbiana, no es una obligación, y los poderes públicos debieron respetar la intimidad de ese hombre, fuera o no cierto.
Ya está bien que una mujer diga, mi hombre me maltrata o era gay, y esas afirmaciones van a misa, si se nos permite esa expresión.
Resumiendo, hay que enseñar, a las mujeres, sobre todo, que la causa del divorcio, como decía Groucho Marx, suele ser el matrimonio. Y no se necesitan otros por qués. Y a pesar de los políticos, los jueces españoles no utilizan presuntos o reales maltratos para decretar divorcio alguno, y de eso no se informa.
Segundo caso. Un hombre acaba de matar a una mujer en Galicia. Estaban en trámites de separación/divorcio. Como no podía ser de otra manera, tan terrible suceso lo meten en el motón de las muertes machistas, de género o de lo que sea. En estos casos, en que se está en esas situaciones, sí que sería bueno que se nos informara de situaciones sociales, de qué se estaba discutiendo y cómo podía haber afectado a ese hombre, como, por ejemplo, si se tenía que ir de casa y buscarse la vida, o pagar una pensión compensatoria.
Menos calificar hechos que reprobamos, y más saber de qué hablaron posibles asesoradores (asesores) de municipios, asociaciones o abogados. Y esas presuntas causas sí que debiéramos conócelas los ciudadanos, y que cada uno reflexione sin necesidad de protocolos “impuestos” al periodismo..
Y, para colmo, van los jueces y nos dicen lo que piensan. Se les explica.

Se lo juro, me he quedado de piedra. Esto es lo que se “afirma” en la información:
“En cuanto contenido, sobre la modificación del artículo 23 de la ley de Medidas de Protección integral contra la Violencia de Género para extender la potestad para determinar la situación concreta de violencia de género, la asociación tacha de “avance legislativo” que se habiliten otros mecanismos legales al margen del proceso para reconocer la condición de víctima.
“La obligatoriedad de obtener una resolución judicial o un informe del Ministerio Fiscal, según el tenor literal del artículo 23 hasta ahora en vigor, impedía romper el vínculo con la pareja, al no poder acceder a las ayudas fuera del proceso penal“, recalca.”
Madre mía, madre mía (la mía se llamaba Filo). Señor, Señor, y que lo digan jueces. Todos los días, los señores jueces firman sentencias en que ciudadanos deben salir del domicilio familiar, del cual pudieran ser propietarios en todo o en parte, en que esos ciudadanos, en muchos casos, deben seguir pagando hipotecas, y sin que los jueces tengan el menor interés en saber si van a dormir en la calle, o volver a casa de los papás. Todos los días se firman divorcios en que hay paro, o empleos precarios, o pobreza. Por supuesto, no en días hábiles, o domingos o sábados, o durante el mes de agosto, supongo.
Es increíble, Sres. Jueces, ¿desde cuándo negar la CUSTODIA COMPARTIDA, cuando se nos obliga a contraer matrimonio en IGUALDAD, impide que decreten un divorcio?.
¿Desde cuándo echar a un ser humano, ciudadano español, hombre o mujer, a la calle les ha impedido decretar un divorcio?.
¿Desde cuándo el que una mujer esté en paro ha impedido un divorcio?.
Por favor, Sres. jueces, cumplan con leyes salvajes y crueles, y no hagan declaraciones amparándose en su condición profesional. Uds. son parte del problema, y no de la solución.
Urge que se imponga una MEDIACIÓN FAMILIAR previa a cualquier demanda de separación, obligatoria, en que lo primero hay que hablar o reflexionar de problemas sociales.
Sin embargo, Uds. han dado un dato claro y cierto, que todos quieren ocultar: hay problemas entre hombres y mujeres cuando hay problemas sociales. Es decir, presuntas situaciones de maltrato, si fuera el caso, se dan cuando la mujer es pobre, y en esas situaciones se debiera ayudar, no por lo que pueda manifestar la mujer, respecto al hombre que eligió como compañero y padre de sus hijos, sino por lo evidente, PORQUE ES POBRE.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS. 21-8-2018.
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