En primer lugar, respeto. Respeto a esa carta, respeto a su denuncia o querella contra esos jóvenes de Sevilla. Pero si hay alguna cosa a lo que nos tenemos que oponer, en este estado nuestro, que presume de derecho y de división de poderes, es dar la calificación de víctima a cualquier mujer que denuncie a un hombre, por la cara, por ser mujer, y desde el primer momento..
Y no es, por supuesto, para no condenar a lo que pueda no ser querido, y, en concreto, en el plano sexual.
Pero este escrito no es para juzgar lo que de momento es una sentencia recurrible y recurrida. Eso se les deja a los que deben juzgarlo: los jueces.
Y es por eso que un estado de derecho no debe hacer justicia creyendo lo que pueda decir, afirmar o denunciar una mujer, en concreto. Como esa joven mujer.
Carta íntegra de la víctima de ‘La Manada’
En algún escrito creo haber manifestado que, de repente, esa joven mujer se encontró en un sistema en que no se la dejó tiempo, y espero no equivocarme, para reflexionar sobre lo que pudo pasar. Si no fue así, desde estas líneas, se piden disculpas. Porque una vez metido en ese sistema, es muy difícil matizar o cambiar de versión, e incluso cambiar de versión pudiera conllevar castigos, porque denunciar en falso es un delito, sobre todo en esos temas.
Y esto que nadie lo considere ir contra nadie, ni a favor de nadie.
Pues bien, centrándonos en esa carta que viene en medios de comunicación, obviamente, y se respeta, ella afirma que lo denunciado es cierto. Pero, en eso, los ciudadanos nos debemos referir, guste o no, a lo que vayan diciendo los jueces, en base a un proceso con muchas garantías procesales, como ha habido, pero intensa presión contra los jueces, incluso desde los que nos gobiernan, en contra de los denunciados.
Y guste o no, a todos los que puedan ir por la noche, en las calles y plazas de España, pues cuidado, porque, de noche, todos los gastos son pardos, menos los míos, que son negros, y perdonen la realidad y el chiste.
Y se recuerda que, estos días, a una mujer se la piden unos once años de cárcel por mentir en una denuncia contra un hombre, que pasó días detenido. ¿ También debimos creer a la mujer y condenar años y años a ese hombre ?.
“Fiscalía pide once años y ocho meses para la berciana que simuló su secuestro y una agresión con pegamento en la vagina.”
http://www.leonoticias.com/bierzo/fiscalia-pide-anos-20180625150605-nt.html
No ha sido bueno para la justicia que este caso haya sido noticia nacional. Pero detrás de eso ha habido y hay intereses de que ciertos temas sirvan para cambiar leyes, para atacar al sistema judicial, y a nuestra sociedad. La palabra de una mujer es respetable, pero que sea prueba y condena de un hombre es discutible, y mucho.
Sería de desear que esta joven mujer escribiera otra carta para quejarse de que jueces y algún abogado tengan que ir con escolta por Pamplona. Que se pueda saber todo, incluido domicilio, de esos jueces. Que el que pueda pensar algo distinto a lo que, una parte muy pequeña de la población haya podido salir a gritar a las calles de todos, y es posible que sin cumplir las normas existentes, apoye la violación de mujeres.
Y porque una mujer lo diga, tenemos que odiar a un hombre, y podemos saber todo de su vida, pero nada de la denunciante, como esa joven mujer.
En cuanto a denunciar, si no me equivoco, a los juzgados hay que ir con pruebas.
Parece que España no es un país tan malo como pueda pensar esa joven mujer.
“España ocupa una posición privilegiada, la quinta, con un nivel de participación en la vida pública, formación, igualdad legal o percepción de seguridad notablemente por encima de la media.”
Hace pocos días, en Diario de Burgos, 23-6-2018, una joven madre argentina manifestaba que la gusta la seguridad que reina en las calles de Burgos. “Mis hijas salen tranquilas a la calle y no las espero con la angustia de que lleguen descalzas porque les han robado las zapatillas”.
Todavía recuerdo cuando después de una buena nevada en Burgos cogí el primer tren al día siguiente, para ir a trabajar, a Valladolid, y llegué hacía las dos y pico de la madrugada a Valladolid. Debería decir que acojonaba ir por calles estrechas y vacías a esa hora.
Por la noche, el ir en malas condiciones y sola, debieran acojonar, al menos algo. Y a las menores de edad no emancipadas los padres responsables suelen decirlas, no llegues tarde, que la noche es peligrosa.
Qué nadie pretenda poner un policía en las calles vacías de Valladolid a las dos de la mañana, y en cada esquina de las calles de Pamplona, en los Sanfermines, de madrugada.
Jesús Ayala Carcedo, delegado de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.
P. D.- La dura realidad es que hombre denunciado por una mujer tiene muchas probabilidades de ser detenido, y muchos no son luego condenados. Se agradecería una carta de esa joven mujer para dar su opinión sobre ello.
Pobre país en que las calles, partidos y gobernantes, piden una condena sin un juicio justo y sin garantías. Esto ha pasado en España, joven mujer. ¿Esto es lo que defiendes?. Esperemos que eso no le pase a tu padre, a tus tíos, a tus amigos….. que salgan gritando a las calles pidiendo su condena porque una mujer denuncia, y que los juicios y los jueces sobran. Éste es tu caso, joven mujer.