Desde hace dos años, la denuncia o querella de una joven mujer contra un grupo de cinco amigos andaluces, conocidos como “LA MANADA” ha sido noticia nacional, un día sí y otro también.
Y en cuanto a las últimas declaraciones de distintos responsables políticos, sobre la sentencia del Tribunal Supremo, nos deben hacer pensar sobre lo dicho y sus consecuencias.
Empecemos por el Excmo. Sr. Presidente del Gobierno, en funciones. Ni más ni menos, sus criterios jurídicos son, conforme manifiesta en Twitter: “Porque la creímos, porque os creemos.”
Y nadie ha pedido su dimisión, porque, señoras y señores, su concepto del estado de derecho es: “Hombre, si una mujer te denuncia, debemos condenarte.” Salvo que Uds. piensen otra cosa, y se respeta.
Y, entre otras cosas, argumenta: “España sigue avanzando en la protección de los derechos y libertades de las mujeres, y no se va a detener.”
No sé si Uds. coinciden conmigo, ¿para que necesitamos jueces?, si con la palabra de una mujer HAY QUE CONDENAR AL HOMBRE DENUNCIADO.
Pero, vamos a reflexionar, separando conceptos. En este caso, y similares, hay que distinguir dos tipos de sexo: CONSENTIDO y NO CONSENTIDO.
Si el sexo que pudiera haber habido hubiera sido consentido, no debería haber habido sanción alguna.
Por tanto, la base del juicio, en principio, no era el tipo o circunstancias del sexo practicado, sino si hubo consentimiento o no en el mismo. Por lo que lo que todos podamos imaginar, sobre lo sexual, queda subordinado a si fue contra su voluntad o no. Y el Excmo. Sr. Presidente en funciones, D. Pedro Sánchez, manifiesta, afirma y juzga, que si ella dice que no hubo consentimiento, sobra todo tipo de juicio.
Ahora vayamos a las relaciones de pareja, entre personas que hemos nacido en este país. NO SE IMPONE A NINGUNA PAREJA CONVIVENCIA NO DESEADA, NI EL VÍNCULO MATRIMONIAL OBLIGA A CONVIVENCIA NO DESEADA.
Ésa es la realidad jurídica de la mujer española, respecto a relaciones de pareja iniciadas en libertad. AQUÍ NO HABLAMOS DE TEORÍAS, sino de las leyes del estado español, respecto a mujeres y hombres.
Con todo esto, ¿cómo hay mujeres que alegan años de maltrato, si la ley las permite dejar la posible convivencia en cualquier momento?.
Por tanto, que no nos quiera vender la burra, el Excmo. Sr. Presidente del Gobierno en funciones, de “España sigue avanzando en la protección de los derechos y libertades de las mujeres, y no se va a detener.”
Si leyes sobran, y eso existe desde el año 1.981, el problema es por qué no utilizan esto las mujeres, para que haya mujeres que aleguen años y años de maltratos, y la única solución que parece que ofrecen estos gobiernos de progreso, como se dicen, y de un estado de bienestar, como afirman, y con la sola palabra de una mujer, muchos hombres, son expulsados del domicilio familiar, apartados de sus hijos, y habiendo sido “obligados” a contraer matrimonios en igualdad de derechos y deberes, ¿dónde está el problema para una CUSTODIA COMPARTIDA IMPUESTA POR LEY?.
Ahora bien, claro que políticamente no queda bien que un político manifieste que el sexo más seguro, desde el punto de vista jurídico, es la prostitución, y con ello parece condenar a todas las mujeres de este país, a lo que se decía antes: “PARA VESTIR SANTOS”.
Pues claro que no es políticamente correcto, pero con lo afirma el Excmo. Sr. Presidente del Gobierno en funciones, NINGUN HOMBRE DE ESTE PAÍS ESTAMOS LIBRES ANTE EL DESPECHO U ODIO DE UNA MUJER: SU SOLA PALABRA ES NUESTRA CONDENA: detención, expulsión del domicilio familiar, incluso obligado a pagar la hipoteca, que hasta pudieron avalarlos padres, y ver a los hijos comunes de vez en cuando, si la mamá lo permite, a pesar de las decisiones judiciales.
Ante esto, ¿realmente anda descaminada la reflexión que apareció en una cuenta de D. Francisco Serrano, de que es más segura la prostitución que un sexo, teóricamente, gratis?. Uds. mismos.
Y ahora reflexionemos sobre el feminismo de nuestro país y la prostitución, y el tratamiento que se le da por diversos sectores. En primer lugar, estimo que los ciudadanos nos oponemos a cualquier tipo de prostitución que no sea voluntaria, y dentro de ello, lo que denominan trata, debe ser perseguida y castigada.
Ahora bien, a esas mujeres que lo ejercer como actividad económica, hay que darlas el respeto y las seguridades que merecen. Y eso no se las está dando. NO hay nadie con agallas que las defienda, que las legalice, que dé un tratamiento de respeto a su actividad. Hay que llenar ese agujero legal con el reconocimiento de su actividad y de todas las personas, de cualquier sexo o circunstancias, con un estatus legal. Sobre todo cuando se utiliza para endeudarnos más.
Y no pretenda nadie que la gente mayor, padres, madres, quitan ningún derecho a ninguna hija, porque las digamos: HIJA, SI VAS A PAMPLONA, A LOS SANFERMINES, NO SALGAS SOLA DE NOCHE, NI VAYAS BORRACHA O DROGADA, porque, aunque su derecho es ir seguras a cualquier hora de día o de la noche, la realidad es que de noche TODOS LOS GATOS SON PARDOS.
Sin ánimo de molestar, Jesús Ayala Carcedo, de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.