CARTA DE NAVIDAD A LOS HIJOS PERDIDOS DEL DIVORCIO

Queridos hijos:

He tardado en decidirme a escribir esta carta, pero, cuando estoy escuchando cantar los premios de la Lotería de Navidad, aparte de un gran premio, que me gustaría conseguir, estoy pensando en vosotros, y mi mejor premio o regalo, de esta Navidad, sería que vosotros y yo volviéramos a ser la familia que durante años fuimos.

Seguramente, en ocasiones anteriores os hubiera escrito una carta diferente. Ahora, con el paso del tiempo, y sintiendo vuestra ausencia o frialdad en vuestro trato, con el poso que deja en el alma el sufrimiento y la calma que a veces nos llega con el paso del tiempo, creo que podemos intentar comprender mejor lo que pasamos, y vosotros, con vuestra edad actual, estáis más preparados, si estimáis leer esta carta, que os escribo como vuestro padre.

En efecto, todos nosotros, incluidos vuestra mamá, pasamos por una época de tempestades, y, como os decía, con el paso del tiempo, creo entender mejor lo que entonces sucedió. En aquellos tiempos, ni mamá ni yo, pudimos daros una explicación correcta de lo que sucedía en nuestras vidas. Y ello nos hizo sufrir todos.

Quizá porque los sentimientos maravillosos que sentimos nosotros, vuestros padres, fueron perdiendo intensidad, y, sin darnos cuenta, caímos en la trampa de hacer una guerra, pequeña o grande, de discrepancias o maneras de pensar, que siempre fueron respetables y legítimas. Y confundimos pensar distinto con problemas de matrimonio. No nos dieron libro de instrucciones, y tampoco nos enseñaron a dialogar y a hacer vida común cuando había problemas a intentar resolver juntos. También hay que decir que vosotros, en un mundo de televisión en color, en que se os enseñaba todo lo bueno de la vida, NO fuisteis conscientes de que no todo se puede comprar, ni vuestros padres podían.

Pero, dejemos esas cosillas. Los sentimientos pudieron a la razón, y ahora no corresponde juzgar quien fue el primero que fue a un abogado, para buscar soluciones.

Pero, la verdad, empezaron una guerra, que yo no fui capaz de comprender. Hoy creo que no fue correcta. Nos metieron en una dinámica de buenos y malos, mejor y peor. Y malas leyes, y peores procedimientos en los juzgados, nos dejaron sin dinero, porque hubo que pagar a abogados y procuradores. Y con ello mucho resentimiento.

Y el que yo saliera de casa, no fue porque fuera un delincuente, un mal marido o peor padre, sino una mala ley que os ata a vosotros, nuestros hijos, con una vivienda. Pero esto que en nosotros es un abuso, en otras partes, es mejor. Mejores leyes. Y eso pasa en España, nuestra España.

Pero dejemos eso. Vosotros sois hijos de la libertad, que tuvimos nosotros, vuestros padres.

El divorcio fue un derecho que teníamos ambos padres, que el estado permite que se haga mal. Y fue nuestro caso.

Dónde nos debieron ayudar, a vuestros padres, a tener relaciones responsables, en nuestras discrepancias, hoy no hay contacto alguno, para ayudaros en esta importante etapa de vuestra vida.

No sé si leeréis esta carta, pero yo no soy ni mejor ni peor que nadie. Tampoco vuestra madre, mamá. Entre nosotros, vuestros padres, no hubo una historia de buenos y malos, sino un estado español que no arregla problemas, sino que hace enemigos.

Con la nula o escasas relaciones entre nosotros, vosotros y yo, padre e hijos, habéis perdido dos abuelos que os quieren, y lloran vuestra ausencia. Tíos que me preguntan por vosotros. Primos que querrían jugar con vosotros.

No sería una Nochebuena triste, una más, si, aunque no estéis conmigo, estemos juntos, recibiera una llamada de teléfono de vosotros.

“Hola, papá, espero que estés bien. Esta Nochebuena no estaré contigo, pero quiero que sepas que te quiero. Tu hijo.”

Éste sería mi premio gordo de Navidad.

“Yo, por si no lo sabéis, también os quiero.”

Vuestro padre. Papá.

Equipo de la ASOCIACIÓN DE PADRES DE FAMILIA SEPARADOS DE BURGOS-A.P.F.S.-BURGOS.

3 opiniones en “CARTA DE NAVIDAD A LOS HIJOS PERDIDOS DEL DIVORCIO”

  1. Una triste realidad que deja a nuestros hijos huérfanos de progenitores, abuelos y demás familia extensa. Toda una generación de hijos de padres separados perdida por la negligencia de los dirigentes más ineptos a la hora de legislar con sensibilidad para resolver adecuadamente los divorcios en España ¡Que pena!

    Me gusta

  2. Me parece que lo que has escrito , si, como todos lo que hemos pasado por esto digamos caso de libro no lo leerán nunca.
    Son hijos de otro mundo a quien les importa una hija así que me parece que aunque un pensamiento personal mejor olvidarlo porque esto solo te causará dolor y frustración. Ánimo y suerte

    Me gusta

Deja un comentario